domingo, 29 de noviembre de 2009

Pendiente 1. Señales de que voy en la dirección correcta

El 7 de septiembre escribí sobre lo que esperaba aprender de esta materia y de esta forma pensé haber completado mi tarea de las señales de que voy en la dirección correcta (que por la retroalimentación de George me dí cuenta que no respondí), bueno, que de hecho todavía no tenía claro de ir en la dirección correcta. Sin embargo al día de hoy creo que he identificado los artefactos, valores y supuestos de empresas en las que he trabajado, y creo que eso es ir en la dirección correcta.
Platicaba a mi compañero y amigo René, que pensando en la empresa en la que estaba anteriormente, es fácil distinguir sus supuestos (que no tenían nada que ver con los valores propugnados) ya que se trataba de una empresa familiar lo importente eras los artefactos que los clientes debían notar al llegar a una tienda: personal uniformado, bancas a tono con los colores del logotipo de la tienda y aparadores ordenados; donde contrataban a la gente para efectuar, no para pensar y mucho menos tomar decisiones; donde el personal es muy importante ya que debe aprender acerca del producto para venderlo para lo cual se gastaba en capacitación, pero al final te dabas cuenta que no era cierto que el personal fuera tan importante ya que el pago de la nómina no es transparente ni justo y no les importa si laboran mas de 12 horas y en época de ventas altas, no tienen día de descanso.
Sin embargo, me cuesta trabajo identificar los supuestos de la empresa en la que trabajo actualmente. Sé que al Director general (quizás sin que él lo sepa) se fija mucho en los artefactos: puso plantas en el lobby de la empresa, cambió unas mesas maltratadas por sillones, pintó el piso, uniformó al personal de oficinas, pero ¿eso qué siginifica para él? porque a pesar de que a finales de 2008 nuestro director junto con su staff gerencial establecieron el plan estratégico de la compañia para el 2009, donde se formularon visión, misión y valores de la empresa, éstos últimos hasta la fecha no han sido comunicados al personal ni se ha hecho un tipo de comunicación organizacional de éstos valores. Me duele decirlo, pero el liderazgo de mi empresa representado por nuestro director se torna un poco el "issue de moda" . . . .un día se le ocurre implementar "algo" y hay que llevarlo a cabo en ese momento porque ya es urgente, siendo al final un esfuerzo sin o poco resultados ya que luego sale "algo más" que se vuelve urgente y lo anterior se pierde en la falta de seguimiento y medición y al final no sabemos si cada "algo" que él puso de moda dieron los resultados que él esperaba, entonces, realmente no sé lo que nuestro líder quiere de la organización. Algo así como la incosistencia de la que habla Schein en el capítulo 13.

lunes, 16 de noviembre de 2009

12 Angy Men

Esta no es una decisión a la ligera, la vida de una persona depende de ella y son varios los paradigmas culturales mostrados durante la trama de la película: educación, experiencias, juzgar por apariencia, el status social.
Pero cuando se toman decisiones, también convergen emociones que pueden hacer a la persona
más o menos acertada dependiendo de el instante emocional de su vida y hacerla más o menos abierta a otras opiniones.
En este caso, los 12 hombres en pugna, tuvieron que pasar por un proceso de analizar, razonar, ver, actuar y en el caso del último personaje, aceptar que sus emociones hacia su propio hijo lo estaban influenciando en su decisión. Me gusta la forma en que el personaje que votó primero por que el acusado era "inocente" se hizo todas las preguntas necesarias y analizó las circunstancias de los hechos ya que estaba consciente de que de su decisión con 11 personas más repercutirían en la vida de un hombre.
¿Mis emociones? Hubo situaciones que me molestaron, como el definir a una persona por la esfera social que lo rodea, por la educación o lugar de donde proviene. También sentí un poco de temor al pensar en estar en una situación así (aunque me parece que en las leyes mexicanas no existe la figura tal de "jurado"), el dejarme llevar por mis paradigmas o emociones sin ser lo suficientemente analítica o imparcial . . . . aunque en la vida cotidiana, muchas veces juzgamos a la ligera y tomamos decisiones que afectan a otros.
Mi aprendizaje: dependerá del tipo de situación, ya que como lo dice el artículo, no siempre se puede ser reflexivo o analítico, pero aprender a diferenciar las situaciones que me hagan "pensar primero", "ver primero" o "hacer primero".